Posmodernidad.

"... La noción misma de individuo está totalmente diluida. Ya no funciona. El individuo es etimológicamente indivisible. Tengo una identidad sexual, ideológica, profesional y a partir de esa identidad se da el famoso contrato social. Para mí, el surgimiento de la tribu implica que uno ya no es uno mismo, sino que se pierde en el otro. Más exactamente: en determinada tribu yo manifiesto tal personaje. Ya no se trata de un individuo indivisible sino de una persona plural. O sea que en determinado momento yo voy a experimentar una máscara en determinada tribu: mañana, esta noche, en otra tribu, experimentaré otra. No es esquizofrénico, sino la expresión de la multiplicidad de mis roles. Lo que está pasando sociológicamente es la profecía poética de Rimbaud: "Yo soy otro". Esa profecía poética se ha extendido y ahora las generaciones jóvenes, sin darse cuenta, viven la profecía..."

Michel Maffesoli.*

Después la nota continúa con la explicación de los valores éticos y morales cambiados y de una sociedad posmoderna que se rige a partir de tres principios: creación (creatividad), imagen, y presente.

Supongo que estoy de acuerdo con todo lo que dice este sociólogo. Me llama la atención "el presente" elegido como principio de la sociedad. Hace unos días atrás estuve pensando acerca de la famosa frase Carpe Diem, y de lo que implicaba, y resolví que 'vivir el presente' como dice la oración en latín, termina siendo vacío. Dedicarse solamente a un aspecto de la vida es vacío, porque al fin y al cabo todo lo que hacemos en nuestro presente, sin lugar a dudas tendrá consecuencias en el futuro. Al vivir el día a día y/o cualquier otra frase de esas cliché, nos llevaría a tener un futuro nulo. Al menos yo considero que quiero ser una persona que tenga pasado, futuro y presente. Al no tener una, o no formarla quedás confinado a solo un aspecto de tu vida, no permitiéndote expandirte más allá.

Y bueno, eso.

* Diario Clarín, domingo 27 de diciembre de 2009.